lunes, 13 de abril de 2009

¿Desde que perspectivas o enfoque proponemos el trabajo educativo con las NTIC?

La incorporación de TIC en el trabajo pedagógico de las instituciones escolares es entendida por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (MECyT) como parte de políticas inclusivas tendientes a disminuir las brechas educativas que actualmente existen en Argentina.
La desigualdad de oportunidades que sufren jóvenes escolarizados pertenecientes a sectores desfavorecidos de la sociedad es concebida como un problema no solo económico sino político, pedagógico y cultural.
Las diferencias en las posibilidades de acceso a la tecnología implican en la actualidad también fuertes distancias en las posibilidades de acceso a productos culturales, a la información y al conocimiento, que impactan en la construcción de subjetividad, los proyectos de vida a futuro y la participación ciudadana de las nuevas generaciones
Es por ello que la integración de las TIC en la escuela no se comprende desde la presente propuesta como un problema meramente técnico e instrumental.
Abordada desde una perspectiva educativa y cultural, la incorporación de tecnologías de la información y la comunicación a la enseñanza exige el desarrollo de habilidades analíticas, cognitivas, creativas y comunicativas de alumnos, docentes y directivos, que permitan tanto la apropiación significativa de la oferta cultural, tecnológica e informacional circulante como la producción de mensajes requerida para el desempeño personal, profesional y ciudadano en una sociedad pluralista y democrática.

En línea con una perspectiva educativa y cultural, entonces, la integración de TIC a la propuesta pedagógica puede considerarse como parte de una política inclusiva cuando: considera a cada escuela como centro de ampliación de la oferta tecnológica y cultural; se preocupa por el desarrollo de habilidades no solo técnicas sino también cognitivas, creativas y comunicativas necesarias para el desempeño presente y futuro de los jóvenes; concibe a la tecnología y los procesos de circulación y consumo de información o productos culturales como un objeto de problematización constante.
Incorpora la tecnología y la información a la enseñanza en distintos campos disciplinares; favorece la construcción de subjetividades integrando la oferta tecnológica y cultural global a los contextos de vida; facilita la expresión y visibilización de jóvenes de sectores desfavorecidos a través de la producción y puesta en circulación de mensajes propios que fortalecen la identidad local; articula el trabajo escolar de integración de las TIC y las disciplinas con prácticas que involucran a la comunidad; y, finalmente, cuando plantea un trabajo institucional continuo que promueve la apropiación de las TIC como parte de la vida cotidiana presente y futura (entretenimiento, educación, comunicación, trabajo, participación).

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